domingo, 28 de junio de 2020

PROCEDIMIENTO. Apertura, Discusion y Cierre de la sesión.

1. Apertura de la sesión.


Está es la oportunidad de las partes de presentar su visión del problema, sin interrupciones. Algunos autores consideran que el primer relato “coloniza” la historia, y por lo tanto el segundo relato es sólo una refutación y defensa contra el primero. 

 

Ambas tratarán de ofrecer al mediador un relato convincente de sus motivos y aspiraciones, opuesto al del otro. Y también usaran la oportunidad para ventilar sus frustraciones y emociones. Pero el mediador, desde su punto de vista, tiene el único propósito de recoger la mayor cantidad de información posible. De esta información van a salir los temas principales sobre los cuales va a girar la discusión, la herramienta del mediador aquí es la escucha reflexiva.

La gran tentación a evitar es la de ponerse a decidir quien de las partes tiene la razón, o quien está equivocado. No es la tarea del mediador la de juzgar, las dos narrativas merecen igual interés, así que el mediador pondrá igual atención hacia las dos partes, tomando las notas necesarias y hará las preguntas adecuadas para solicitar mas información, cuando lo necesite.

2. Discusión conjunta en el manejo de la narración. 

Mientras cada uno de los participantes en la disputa narra su parte de la historia los mediadores manejan el proceso, establecen armonía y se preparan para identificar las necesidades.

  • Aplique las reglas, si es necesario (no interrumpir).
  • Use lenguaje corporal para alentar y demostrar empatía.
  • Trate activamente de entender lo que dice, y cómo se siente el participante en la disputa.
  • Preste atención a los puntos principales.
  • Haga preguntas abiertas para obtener mayor información sobre los hechos y acerca de cómo se siente la persona.


Resumir  puntos en disputa

Después de extraer los temas principales, de los múltiples argumentos con que las partes se enredan en la conversación, el mediador pasa al segundo paso, que es el de establecer prioridades en la lista de temas. Esto ayudará a las partes a identificar y clarificar sus propios intereses y necesidades.
Los temas toman una nueva realidad para ellas, y ahora pueden ser ordenadas de acuerdo a su urgencia o importancia. Esta categorización de los temas se hace agrupando temas generales y yendo luego a los aspectos específicos. Esto mueve la discusión de una posición centrada en los intereses propios, hacia un estilo de pensamiento dedicado a la solución de problemas conjuntos. Las partes se ven invitadas a mirar a una lista de problemas comunes, descriptos de un modo neutral por el lenguaje del mediador. 

Es importante,  usar los temas para diferenciar qué se puede mediar y qué no es mediable. Lo que es mediable es aquel tema que puede ser identificado y resuelto con los recursos que las partes tengan disponibles. Las diferencias de personalidad que hicieron fracasar al matrimonio no son mediables: conseguir una distribución equitativa de lo que las partes tienen es mediable. Si el mediador se mantiene firme, va a demostrar que es posible rescatar objetivos claros de la confusión emocional, y esto va a ser muy útil como ejemplo para las partes.

Resumir las soluciones más adecuadas

En este momento del proceso, algunas opciones para soluciones se han delimitado. El mediador estará en condiciones de verbalizarlas a las partes en reunión conjunta, ofreciéndolas para su aceptación. Habrá mas correcciones y regateos de último momento, pero ya las partes están discutiendo temas unificados en una propuesta hecha de modo claro. Todos los temas no relacionados se dejan de lado.

3.Cierre de sesión de la mediación

Describir el acuerdo, y recibir últimas sugerencias de las partes.

Después de uno o varias rondas de caucus, el mediador  sabe cuales son las áreas de acuerdo de las partes en temas sustantivos y de procedimiento, y ahora esta listo para tratar de cerrar el proceso. El mediador revela los términos del acuerdo apropiadamente, después que las partes se han vuelto a juntar en sesión conjunta. Este informa a las partes de los puntos y las condiciones a las cuales han accedido y verifica que haya acuerdo explícito de parte de cada una de las partes.

A partir de allí, se embarca en la tarea de redactar el acuerdo con la ayuda de las partes usando términos claros y positivos, y nunca usando la coacción. Uno de los objetivos del mediador ahora es el de registrar efectivamente el entendimiento de las partes. Esto requiere organización, precisión y un registro escrito que identifica quien accedió a que, y como, cuando, donde y algunas veces por que, los términos del acuerdo se van a implementar.

El diseño y el contenido del acuerdo son importantes por que frecuentemente este es el único registro escrito de los términos del entendimiento de las partes y el contrato entre ellas. Dado que preparar el acuerdo escrito requiere trabajo mental y tiempo, permita suficiente tiempo dentro de la sesión de mediación para terminar esta tarea.

El mediador deberá también explorar con las partes:

  1. La oportunidad de hacer una revisión legal antes de firmar el acuerdo;
  2. La opción de reunirse de nuevo si encuentran un impasse al implementar los términos de su acuerdo;
  3. Revisar con ellos la confidencialidad de la sesión.

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